miércoles, 18 de enero de 2012

la mujer y la autonomia, la voz que rompe el silencio, 18-ener-2012

LA VOZ QUE ROMPE EL SILENCIO
18-enero-2011
Grupo de mujeres triquis en el plantón del D.F. en reunón de agradecimiento a organizaciones solidarias, 15-enero-2012
foto: CAIDEST

La Mujer y la Autonomía Indígena
Hilary Klein -
10-mayo-2001 - num.242
CIEPAC, san cristobal de las casas


Cuando se habla del movimiento Zapatista, se habla constantemente de una autonomía que el gobierno federal les ha negado con el incumplimiento de los Acuerdos de San Andrés. Y muchos nos preguntamos ¿qué quiere decir autonomía? Este tema ha sido y sigue siendo central en estos meses dentro del contexto del proceso de la paz, y dado que una de las tres señales que está pidiendo el EZLN para regresar al dialogo es la aprobación de los Acuerdos de San Andrés firmados entre el EZLN y el gobierno federal en febrero de 1996, como fruto de la negociación de la Primera Mesa sobre "Derechos y Cultura Indígenas", plasmada en la llamada Ley Cocopa.

Consideramos que la autonomía significa gobernarse; respetar y poder vivir según la cultura y las tradiciones indígenas. Quiere decir construir hoy el mundo que queremos vivir mañana. Para entender esta autonomía es necesario conocer a profundidad el modelo Zapatista y la realidad que viven sus comunidades bases de apoyo, ubicándolos en el contexto político. Con esta serie de boletines que se refieren a la autonomía, les invitamos a conocer la realidad de un Municipio Autónomo Zapatista llamado "Francisco Gómez". De cierta manera, las experiencias de este municipio reflejan las de muchas comunidades zapatistas en la zona de conflicto, y en otros aspectos las experiencias son propias a su región. Lo que queremos aportar, tema por tema, es una perspectiva de la autonomía basada en su realidad y ofrecer la oportunidad de escuchar las voces de las mismas comunidades sobre el significado de la autonomía, como se construye y como se vive en las comunidades zapatistas.




"Con la organización [el EZLN], empezó a cambiar la vida de la mujer..."




"Si tenemos ganas, vamos a lograr todo..."

Una parte fundamental de la autonomía es poder controlar nuestra propia vida, ser los dueños de nuestra historia y nuestro destino, y vivir como queremos vivir. Para empezar este proceso, hay que analizar la realidad actual, identificar lo que queremos cambiar y definir el futuro que queremos construir. Las comunidades indígenas han vivido cambios muy profundos en los años que han estado organizándose en el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Las mujeres indígenas son las más marginalizadas. Como dijo la comandanta Ester el 8 de marzo, día internacional de la mujer: "Nosotras tenemos que luchar más porque como indígenas, estamos triplemente despreciadas: como mujer indígena, como mujer, y como mujer pobre". Pero de cierta manera, precisamente por lo mismo, las mujeres de estas comunidades han visto los cambios más drásticos en su vida. Esto no implica que la lucha de las mujeres por el respeto y por un espacio digno se haya acabado. Se entiende que falta mucho para lograr una igualdad y una liberación plena de la mujer indígena, aunque ha ha cambiado mucho ya que es un proceso largo y despacio. Pero un proceso que ya se ha iniciado.

En un taller de capacitación, encargadas de varias tiendas cooperativas de mujeres, hablaban de los cambios que han visto en la vida de la mujer y reflexionaban sobre la participación de la misma. Mencionaron varios cambios, principalmente los siguientes: el control de la tierra, el nivel de pobreza, acceso a la salud y la educación, la participación y derechos de la mujer, la ley que prohíbe tomar alcohol en las comunidades Zapatistas, y la formación de colectivos de mujeres. Estas son sus palabras sobre los cambios que han visto:

¿Cómo era la vida de la mujer cuando nuestras abuelas eran jóvenes?



"Antes vivieron con patrón en el rancho y el patrón les manda; tenían que pedir permiso del patrón para trabajar. Las mujeres tenían que mantener a los hijos del patrón. Se levantaban muy temprano, a las 2 o 3 de la mañana para hacer el pozol de su esposo; temprano se iban a lavar, a hacer tortillas. Les pegaban si no hacen rápido la tortilla; les pegaba también su patrón".




"No había escuela; no saben leer y escribir. No había clínica; como remedios tenían puras plantas".




"Tomaban mucho los hombres; gastaban el dinero en trago y maltrataban a las mujeres. Las mujeres no tenían tiempo porque el trabajo era muy duro. No tenían molino: molían con pura piedra; no tenían jabón: lavaban con pura ceniza. No participaban las mujeres. Nos decían que la mujer no tiene derechos, que solo el hombre tiene derechos para salir, para participar."

¿Cómo es la vida de la mujer ahora?



"Estamos más libres; está cambiado porque ya no nos manda el patrón. Las mujeres podemos escoger participar o no participar porque el trabajo no es tan duro y nadie nos manda, pero todavía hay mucho trabajo. Nos levantamos a las 6 ó a veces a las 5 (de la mañana) y trabajamos todo el día: hacer tortilla, traer leña, barrer la casa, lavar ropa, cuidar los niños, mantener el marido, cuidar los animales. Ahora ya molimos con molino, ya lavamos con jabón. Ya reconocemos nuestros derechos; ya participamos más; tenemos asamblea de mujeres. Tenemos colectivo de tienda, de maquinas de coser, y de velas".




"No todas las mujeres sabemos leer y escribir. Todas queremos saber más: pero ahora ya podemos estudiar. Hay escuela en unas comunidades pero en otras no. Muchas mujeres tenemos dolor de cabeza, hay mucho dolor de barriga. Hay más enfermedad entre las mujeres porque dan familia y eso causa muchas enfermedades. Ahora hay clínica y doctor. Hay un poco de medicina pero no es suficiente. Hay conocimiento pero es poco. Hay mujeres medicas y promotoras, pero pocas. Toman un poco los hombres pero ya no diario; no gastan mucho dinero; no maltratan tanto."

¿Cómo queremos que sea la vida de la mujer cuando nuestras hijas sean grandes?



"Queremos que las mujeres tengan más libertad, que tengan más tiempo para poder aprender y estudiar. Hay que reconocer que las mujeres también pueden hacer un buen trabajo, por ejemplo de ser maestra o licenciada".




"Queremos maestros para todos los hijos".




"Queremos doctoras y enfermeras que sean mujeres".




"Que se levanten a la 8; que tengan máquina para moler".




"Queremos mas colectivos de mujeres: de pan, de pollos, de hortaliza".




"Que no tomen los hombres, que no malgasten el dinero, que no maltraten a las mujeres."

¿Cómo ha cambiado y como podemos lograr el futuro que queremos?



"Empezó la guerra en ´94 y salieron muchos de los patrones. Llegó mucho apoyo de México y de otras naciones. Habíamos buscado el acuerdo que no hay que tomar trago; ya después del ´94 ya se respeta el acuerdo. En la asamblea empezamos a participar, también en la iglesia cada domingo, y en la tienda de mujeres. Así perdemos el miedo y la vergüenza. Hicimos acuerdos entre las mujeres para hacer colectivos. Formamos colectivos y vemos que tenemos fuerza. La tienda cooperativa nos apoya en muchas cosas: podemos comprar la mercancía que queremos; la tienda da préstamos a la comunidad; nos ayuda para solucionar cualquier necesidad; nos apoya en aprender muchas cosas; nos apoya en aprender a participar. Es bonito que la tienda sea un espacio de puras mujeres. Y con la misma ganancia de los colectivos, podemos formar otros colectivos que queremos. Si hay avance en la tienda, podemos comprar una maquina para moler. Hay que buscar acuerdo para formar más colectivos, tener acuerdo en cada comunidad. Podemos apoyar entre nosotras, en las comunidades que ya tienen colectivos, para enseñar a las demás. Hay que nombrar en cada comunidad mujeres para estudiar para ser maestras y promotoras, estudiar también de sacar dientes y de parto. Si tenemos ganas, vamos a lograr todo."

¿La participación de la mujer?



"Cuando las mujeres no participamos es porque tenemos miedo, tenemos pena, hay vergüenza; somos tímidas y no hablamos en la asamblea; sentimos que no sabemos nada: no sabemos participar, no sabemos ni una letra, no sabemos bien como hablar español, no sabemos si tenemos derechos".




"Todavía participan muy pocas mujeres porque no tenemos mucha experiencia. Participan más las mujeres cuando están entre puras mujeres".




"Cuando empezamos a participar ya perdemos el miedo, se pierde la vergüenza. Ya sabemos participar; antes no participamos pero ahora sí, donde quiera podemos participar; aunque sea en asamblea con hombres y mujeres. Porque ahora sabemos que tenemos derechos. Lo miramos bonito cuando las mujeres participan; una mujer que participa mucho tiene buena idea, buena experiencia; participa bien; no le da pena a participar; ya no tiene miedo. Cuando una mujer participa bien, las otras mujeres se animan más."

Algunas mujeres hablan con más detalle de cómo ha cambiado la vida de la mujer, tocando los mismos temas:




"Con la organización [el EZLN] empezó a cambiar la vida de la mujer y ya no estamos tan maltratadas. Han cambiado las vidas de las mujeres porque ya se terminó de tomar trago. Antes, cuando tomaban, las mujeres vivían más maltratadas; pero ahora ya no. Ahora cuando las mujeres quieren participar en algún trabajo mas o menos les dan permiso".




"Nos han platicado que antes, cuando había maestros del gobierno, no explicaban bien y los niños tenían miedo del maestro porque les pegaba. Antes muy pocas niñas entraron en la escuela, por eso las ancianas de hoy no saben leer y escribir. Ahora es diferente porque hay maestros comunitarios. Explican bien porque enseñan en su propia lengua. Ahora entran niñas y niños casi igual, entran casi todas las niñas." (Otelina, encargada de una tienda cooperativa de mujeres)




"Antes no había nada de salud; por ejemplo, Dios me mandó 12 hijos. Ahora las mujeres saben planificar, tienen 2 o 3 o 4 niños. Son varias las mujeres que planifican, otras que ya están operadas porque deciden que ya no quieren tener mas familia. También cambió mucho cuando dejaron de tomar. Antes pegaban mucho a las mujeres. Ya que dejaron un poco de tomar, ya no pegan tanto a las mujeres, ya es más mejor para las mujeres." (Josefa, encargada de una tienda cooperativa de mujeres)

Son varios factores que han impulsado la participación de la mujer. Lo más importante ha sido el reconocimiento de los derechos de la mujer dentro del zapatismo. Otros factores importantes incluyen el papel de la iglesia católica, la formación de colectivos de mujeres como espacio autónomo de la mujer, y la participación de las mujeres en la defensa de sus comunidades en contra el ejercito federal. Por otro lado, para muchas mujeres, su participación no hubiera sido posible si no fuera por el proceso psicológico que han vivido al nivel personal en torno de los obstáculos históricos. Cuando hablan de su participación como mujeres, hablan de cómo se ha abierto el camino, pero siempre hablan también de coómo ellas mismas han tenido que superar el miedo, la pena y la vergüenza.




"Antes de entrar en la organización no participaban las mujeres. Desde que entran en la organización participan más las mujeres. Oímos que no sólo los hombres tienen derecho a participar, que las mujeres también tienen derechos. La organización dice una cosa, pero a veces la comunidad no lo respeta. Depende en la comunidad, también depende en el hombre. Hay algunos que entienden, hay algunos que no. Ha cambiado porque nos dejan salir, nos dejan participar un poco, aunque sea un poco. Antes ni nos dejan salir. Los hombres han cambiado porque supieron que tenemos derechos también nosotras. Les dijeron que las mujeres también tienen derecho a participar, a salir".




"Yo empecé a participar en la iglesia, con la palabra de Dios, y después con la organización [el EZLN] en la tienda cooperativa. Ya no me da nada de vergüenza para participar. Me siento bien porque antes sí me dio pena pero ahora ya no. Yo hablo de lo que sea. Otras no, todavía no pueden hablar, especialmente las muchachas; les cuesta todavía, por ejemplo las que entraron también en el trabajo de la tienda. Hay veces que ni quieren contestar su nombre. Pero he visto que se van avanzando, se van quitando la pena, y tienen buena participación después. Es muy bonito: se animan a hablar, a participar, y ya saben bien hacer su trabajo. Cuando se quita la pena y empiezan a hablar, se animan a participar en cualquier trabajo: en la iglesia, en la salud, en la tienda cooperativa." (Josefa)




"Antes del 94 nunca habíamos visto una mujer participando, o que saliera en otros lugares. En algunas comunidades donde nos atacaron los soldados en ´95, muchas de las mujeres nos manifestamos, muchas hablamos, nos fuimos organizando contra los soldados. Se animaron las mujeres a participar y defenderse. Después empiezan a entrar en otros trabajos porque tienen mas ánimo ya".


"Cuando yo empecé a participar fue como promotora de salud. Al principio no participaba casi nada, se siente una muy nerviosa. Pero ya empecé a participar, después se siente una muy grande por haber hablado bastante. Todavía es muy difícil para muchas mujeres empezar a participar, solo algunas que les gusta participar." (Segunda, promotora de salud

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